Ingredientes:
-Huevos
-Anís
-Aceite de oliva
-Azúcar
-Harina
-Levadura en polvo
-Ralladura de limón o naranja (opcional, yo no puse esta vez)
Yo usé cuatro huevos, y salen bastantes, pero en mi casa vuelan.
Uno de los huevos hay que abrirlo por la parte de arriba y lavarlo por dentro, porque lo vamos a usar de medida:
Empezamos a añadir los ingredientes. Por cada huevo, se añade una medida de huevo de anís, otra de aceite, y una cucharada de azúcar. Luego se echa una cucharadita de levadura:
Se mezcla todo y se empieza a añadir la harina a cucharadas, revolviendo poco a poco:
Llega un momento en que la masa se pone muy espesa y no se puede seguir removiendo con la cuchara. Entonces se mete la manita o manaza, según el caso, y se sigue añadiendo harina hasta que se forma una bola y no se pega a las manos:
Cuando esté lista, se tapa con un trapo de cocina o servilleta y se deja reposar una hora:
Se pone a calentar abundante aceite en el fuego y, mientras tanto, se va dando forma a las rosquillas. La masa es elástica, y notaréis que al estirarla se vuelve a encoger, pero es normal:

Se van friendo las rosquillas en tandas hasta que estén doradas y se escurren sobre un papel de cocina. Después se echan a una fuente y se espolvorean con azúcar:


Y ya están listas para comer. ¡Buen provecho!
Espero que os animéis a hacerlas y me digáis si os gustan. Preguntadme cualquier duda que tengáis.
Para acabar, un par de sorteos: os podéis apuntar hasta mañana en el sorteo que organiza el blog Chikis & Cía por su tercer cumpleblog:
Y aquí os podéis apuntar en el sorteo que organiza mi hermana en su blog de marcapáginas para celebrar su cuarto cumpleblog.